LISTADO DE PICOS

jueves, 30 de mayo de 2013

Puchilibro (1.595 m.), circular desde Rasal



Por la cresta que baja desde el Puchilibro hacia las antenas

26 de mayo de 2013,

  Hoy dejamos los esquís y retomamos el senderismo. Teníamos marcada una salida con los amigos/as de "Montañera, a tus montañas" y "Pirineos, Montañas y Hombres" y Elena tiene ganas de caminar, así que este domingo quedamos en Arguis para realizar una ruta por el poco frecuentado pero sorprendente valle del río Garona, afluente del Gállego.

  Tras las presentaciones tomamos un café en el bar la Foz y luego nos desplazamos hasta la localidad de Rasal (altitud 711 m.), que está a unos 17 km. siguiendo una estrecha carretera asfaltada que hacia el oeste comunica con el embalse de la Peña.

   Tenemos previsto realizar una ruta circular en sentido horario, ascendiendo al Puchilibro aproximadamente a mitad de recorrido.

   Aparcamos junto a la carretera y comenzamos a caminar cruzando el río Garona en dirección sur. Veremos un poste que indica “PR-HU 109 Aniés”. El primer tramo transita por una pista junto a unos huertos y luego enlaza con una senda en las proximidades de la Ermita de la Virgen de los Ríos (825 m.).

   No llevamos ni media hora de camino cuando ya paramos a almorzar aprovechando la visita a la ruinosa ermita, cuya techumbre está desmoronada. Y pensar que normalmente no suelo comer nada hasta que llevo al menos 1.000 metros de desnivel, más que nada porque uno no ha hecho gana. Pero, como siempre se ha dicho, “allá donde fueres…haz lo que vieres”,  y la verdad que los embutidos variados, quesos y otras pitanzas entraron generosamente acompañados del vino fresco.

  Tras el breve descanso y con el buche lleno continuamos caminando. La senda sube suavemente pero sin descanso por las laderas septentrionales de la Sierra Caballera. Me llama la atención la cantidad de especies diferentes de arbustos y árboles que coexisten, algunos habituales de climas más húmedos. Yo esperaba un paisaje básicamente de pinos, erizones y aliagas y para mi sorpresa caminamos por un vergel.

   Pol y J.M. nos van instruyendo con algunos nombres, tanto en su versión aragonesa como castellana: mostajos, seneras, serbales, encinas, bojes, quejigos, robles, tejos, fresnos, álamos, pinos, enebros, abetos, incluso hayas veremos al final del recorrido en los recovecos más umbríos de los barrancos. Y también flores como las prímulas, hepáticas, ranunculáceas, alguna orquídea incluso. Qué pena tener tan poca memoria para retener los nombres, enseguida se me olvidan.

  Sin darnos cuenta ganamos altitud y nos acercamos al cordal del monte, donde la vegetación se hace más rala y predominan los arbustos resistentes como el erizón y la aliaga. De vez en cuando hacemos un alto y nos damos la vuelta porque a nuestra espalda tenemos vistas cada vez más amplias de la cadena pirenaica, perfectamente definida entre un cielo azul sin nubes y las cumbres nevadas que dibujan las reconocibles siluetas de peña Forca, Bisaurín, Aspe, Collarada, La Sierra de la Partacua, La Sierra de Tendeñera, el Macizo de Monte Perdido, Bachimala, Posets, Cotiella y el Turbón, tal es la cantidad de montañas que se divisan desde este mirador excepcional.

   Sobre la cota 1.400 m., alcanzada ya la parte alta de la sierra, enlazaremos con una pista. Recorreremos unos kilómetros por las faldas meridionales, ahora con estupendas vistas hacia la enorme planicie de la Hoya de Huesca. A lo  lejos destellan las aguas azules del embalse de la Sotonera y en el horizonte se aprecian las todavía blancas cumbres del Moncayo.

  Caminamos hacia el oeste, casi llaneando. Nos cruzamos con algunos ciclistas que están compitiendo en alguna prueba de BTT. Abajo, asomando entre el pinar a nuestra izquierda, podemos contemplar mientras caminamos el Castillo de Loarre.

   Llegamos a un desvío señalizado donde arranca la senda que sube hacia la cima del Puchilibro (cota 1.355 m.). Algunas deciden continuar paseando por la pista en dirección a las antenas de telefonía y el resto decidimos salvar los poco más de 200 metros de desnivel que nos separan de la cumbre. Merece la pena subir porque el recorrido es ameno, asciende por una fácil cresta con muy buenas vistas.

  En media hora alcanzamos el vértice geodésico. Contemplamos una vez más hacia el norte la espectacular cordillera pirenaica. Por el oeste se llegan a apreciar las aguas del pantano de La Peña. Sobre nosotros, a escasos metros, sobrevuelan varios parapentistas a quienes saludamos e incluso intercambiamos algunas palabras con ellos.

   No perdemos mucho tiempo porque nos están esperando. Bajaremos ahora hacia el oeste por la arista que se dirige directamente al collado donde se emplazan las antenas. Ya casi al final de la arista encontramos un espolón de unos 5 o 6 metros que hay que destrepar. Es fácil pero siempre existe el riesgo de una caída. Por ello recomendaría a quien no quiera complicarse que siga la senda que transita al sur de la arista, hacia la vertiente de Loarre. Se pierden unos pocos metros de desnivel pero seguramente se llega más rápido y sobre todo, más seguro, a las antenas.

   Una vez nos hemos reagrupado comenzamos el regreso hacia Rasal. Cambiamos de vertiente y comenzamos a descender por buenas sendas que recorren el norte de la Sierra de Loarre, bordeando el Puchilibro. Haremos una larga parada para comer y charrar plácidamente en un pequeño prado tumbados en la hierba y luego continuaremos el resto del trayecto, atravesando el paraje de La Foz, inmersos en un frondoso bosque repleto de variadas especies vegetales.

  Llegaremos al pueblo tras ocho horas de actividad, a un ritmo tranquilo y sin prisas. Todavía haremos un alto en el bar de Arguis para tomar una cerveza en la terraza y prolongar un poco más esta agradable jornada. Nos despedimos y cada cual regresa a su población. Tras un fabuloso día soleado comienza a llover de vuelta a Zaragoza. Desde luego el día ha sido redondo.

  • Desnivel + acumulado: 1.110 m
  • Horario total: 8 h. 
  • Distancia recorrida: 20,9 Km.

(*) Pinchar aquí para leer la crónica "puchilibriana" en clave de humor de J.M.
(**) Pinchar aquí para leer la crónica de Pirene


Cruzamos un arroyo antes de llegar a la ermita de la Virgen de los Ríos


Cuatro de nosotros nos desviamos por el sendero hacia la cima del Puchilibro


Loarre y su Castillo


La subida por la fácil cresta es entretenida y con buenas vistas


Macizo de Monte Perdido al completo, desde los Gabietos a Punta de las Olas


Parapentes a pares sobrevuelan la Sierra de Loarre


Cima del Puchilibro, buen mirador de la cordillera pirenaica desde el Sur


Continuamos ahora en dirección a las antenas para bajar hacia Rasal y completar la ruta circular


Aliagas en flor. Vegetación muy variada y sorprendente durante todo el recorrido


Track del recorrido en Google




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martes, 28 de mayo de 2013

Diente Occidental de Batanes (2.878 m.), circular con esquís


Ascensión por la Diagonal Bachimaña-Xuans y descenso por ibones de Labaza


Angel atraviesa el collado que se asoma al ibón de Xuans


25 de mayo de 2013,

  El viernes todavía no tenía claro el plan para el sábado. Recibo un mensaje de Angel, de Tudela, y quedamos al día siguiente para hacer algo de travesía. La predicción meteorología habla de vientos fuertes e intervalos nubosos. Intentaremos el Diente Occidental de Batanes haciendo una ruta circular.

  Hace un mes publicó Jorge (“La Meteo que viene”) un recorrido interesante que asciende al ibón de Xuans desde el embalse de Bachimaña. Es un trazado alternativo y algo más corto que el que sube por los ibones de Bramatuero. En el refugio de Bachimaña me informan que el embalse puede cruzarse con esquís todavía con seguridad con lo cual decidimos probar esa ruta.

   Un poco antes de las 09:30 salimos del balneario de Panticosa (1.636 m.) por la senda normal de verano, por la margen orográfica derecha del barranco del Caldarés. Tendremos que portear esquís hasta la cuesta del Fraile. A partir de ese punto hay nieve continua y con buenos espesores.

   Antes de las 11:00 alcanzamos el Refugio de Bachimaña (2.190 m.). Entramos un momento a saludar al guarda, amigo de Angel, y continuamos hacia la presa. La remontamos y descendemos a las “aguas” del embalse, que se encuentra totalmente congelado y cubierto de una buena capa de nieve. Lo cruzamos por el centro, pasando junto al islote en dirección a la caseta que se encuentra en la orilla norte.

  No habrá que llegar a la caseta pues nos desviaremos un poco antes, hacia la derecha, por una amplia y evidente vaguada que gana altura hacia el sureste. La pendiente no es grande y subimos la primera parte sin cuchillas. En la zona alta encontramos la nieve dura y las ponemos por precaución.

  Poco a poco iremos girando al sur, la ruta es bastante evidente pues se trata de foquear siguiendo el trazado más lógico, bien delimitado por unas paredes a la izquierda y el embalse de Bachimaña a la derecha, que va quedando cada vez más abajo. A nuestra espalda, por encima del embalse, se abren grandes vistas hacia los Infiernos, ibones Azules y Gran Facha.

  Atravesamos un corto tramo horizontal antes de enlazar con otra subida en diagonal, también por una vaguada, por donde se foquea sin dificultad. Frente a nosotros, cuando ya hemos superado bastante desnivel, irán emergiendo las oscuras paredes del Pico Serrato. Pronto alcanzaremos un collado (2.594 m.) que se asoma sobre la cubeta donde se aloja el Ibón de Xuans, también congelado.

   Un poco más a la derecha podremos contemplar la escarpada silueta del Pico Xuans. Entre ambos picos se adivina otro collado más elevado hacia donde tendremos que dirigirnos. Al otro lado ya asoma la arista cimera del Diente Occidental de Batanes, nuestro objetivo.

  Hacemos una media ladera intentando perder poca altura en dirección al Pico Xuans cuya vertiente norte iremos rodeando para ganar la collada que hace de divisoria entre las cuencas de Bramatuero y Labaza (cota 2.768 m.). Aquí paramos un momento a resguardo de unas rocas para abrigarnos y comer un poco. El aire sopla muy fuerte y se nota gélido. Ya solo nos resta subir la última rampa y recorrer el cordal hasta la cumbre del Diente Occidental de Batanes, donde llegaremos con los esquís puestos, zarandeados por el viento.

  No estaremos mucho rato en la cima, una lástima porque el día está despejado y las vistas son muy buenas, pero las fuertes rachas y la molesta sensación de frío aconsejan descender cuanto antes. Descartamos la idea de alargar la ruta regresando por el Collado del Letrero. En su lugar bajaremos esquiando por la ruta habitual bajo la vertiente norte de la cresta de Labaza.

   Conviene ir atento con tendencia a esquiar siempre cerca de las laderas de Labaza pues si descendemos hacia las cubetas de los ibones luego tendremos que remontar, además de correr el riesgo de toparnos con algún paso expuesto.

  Pasaremos más adelante por las cercanías de los pequeños ibones de Serrato, por su orilla sur, antes de enlazar con las magníficas palas que descienden hacia el Balneario y cuyas construcciones ya se divisan al fondo del circo, todavía muy abajo.

   A mitad de la pala más empinada se me suelta un esquí y bajo deslizando un montón de metros antes de lograr detenerme. Menos mal que la nieve no estaba dura. Lo complicado fue después poder calzarme de nuevo el dichoso esquí, que volvió a soltarse un poco más abajo por motivos que no llego a entender, pues la fijación y la bota ajustan perfectamente.

  Tras el pequeño incidente continuaremos esquiando hasta las cercanías del para-aludes, aprovechando cualquier resquicio blanco entre los pinos. Parece increíble que a estas alturas se pueda bajar esquiando hasta la cota 1.800 m. A las puertas del verano aun se prolonga la temporada para los amantes del esquí de montaña, sin duda.

   Antes de las tres de la tarde llegamos al punto de partida con la sensación de haber completado una preciosa circular. Aún nos tomaremos una cerveza en la Casa de Piedra antes de despedirme de Angel. Nos quedamos con la idea de repetir esta ruta el año que viene, aunque con alguna pequeña variación.
  

  • Desnivel + acumulado: 1.335 m
  • Horario total: 5,5 h. 
  • Distancia recorrida: 12,8 Km.



Porteando en las cercanías de la Cuesta del Fraile. Foratulas al fondo


Refugio de Bachimaña


Nos dirigimos hacia la presa y dejamos atrás el Refugio


Entramos en la vaguada que asciende en diagonal. Al fondo Pecicos, Gran Facha, Falisse, Marcadau...en la esquina inferior izquierda se aprecia la caseta que sirve de referencia en la orilla norte del embalse


Por encima de la presa asoman el Argualas, Garmo Negro, Arnales, Infiernos, Piedrafita...


Desde el collado que se asoma al ibón de Xuans ya vemos el recorrido que nos queda


Angel foquea bajo la falda norte del Pico de Xuans


Alcanzamos el collado y dejamos el Pico de Xuans a nuestra espalda. Sierra de la Partacua a lo lejos


Por el Oeste asoma el imponente Macizo de Vignemale


Angel celebra la cima. Separados por una brecha quedan los otros Dientes de Batanes


Bajando por las palas de la vertiente norte de los Picos de Labaza


Angel observa el descenso que nos queda con el Balneario ya a la vista


Angel me sacó esta foto durante el descenso con nuestra cima


Track sobre el mapa


Track del recorrido en Google



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jueves, 16 de mayo de 2013

Posets (3.375 m.), circular con esquís. Segunda etapa


Día 2: Angel Orús - Posets (3.375 m.) - Viadós por Bal des Clots

Por la arista norte del Posets. Carlos me sacó esta foto mientras sacaba mi cámara en la cola del grupo


12 de mayo de 2013,

  Hemos dormido en el Refugio Angel Orús (2.120 m.). Nos levantamos a las 7:00 y desayunamos tranquilamente. Somos los últimos en salir.

  La nieve todavía está dura pero no son necesarios los crampones. Portearemos un rato hasta que la pendiente se suaviza y el manto de nieve es continuo.

   A pesar de ser temprano la temperatura es alta y hace calor. Foqueamos por la Ball de Llardaneta y pronto se irá mostrando a nuestra derecha la Canal Fonda, ruta habitual para ascender al Posets.

  Nosotros utilizaremos un itinerario alternativo, mucho menos transitado, pero que sin riesgo de aludes y con la nieve en buenas condiciones permite incluso subir hasta la misma cima con los esquís puestos. Se trata de rodear el Diente de Llardana por el oeste, atravesando un vallecito colgado denominado Forau de la Neu.

   Obviamos por tanto el desvío de la Canal Fonda y continuamos por el desagüe del Ibón de Llardaneta, exactamente por donde ayer descendimos esquiando.

   Justo cuando tenemos el ibón a la vista nos desviamos a nuestra derecha por una pala pronunciada en dirección norte. En la parte alta de la pala desembocaremos  en una vaguada justo al sur de la rocosa pared del Diente de Llardana.

   Giraremos entonces brevemente a la izquierda por terreno llano para entrar en el vallecito que va rodeando el Diente. Frente a nosotros se alza la inmensa mole del Pico Espadas. A la izquierda vemos también unas palas con muy buena pinta para esquiar por donde se puede ascender al Pico Pavots. Tomo nota mentalmente para volver en alguna ocasión.

   Vamos bordeando el alargado Diente de Llardana. A esta hora temprana proyecta su sombra sobre el Forau de las Neus impidiendo que llegue la luz del sol. Ello hace que la temperatura baje repentinamente unos cuantos grados.

   Pronto aparece la cumbre del Posets frente a nosotros y la enorme pala que tenemos que salvar. Desde lejos asusta un poco por su aparente verticalidad pero al acercarnos vimos que no era tan fiera como la pintaban.

   Comenzamos a ganar altura poco a poco y atravesamos los restos de un viejo alud que se ha desprendido de las paredes de la Espalda del Poset. De ahí que está ruta no sea recomendable con riesgo fuerte de aludes.

   Tras ascender unos 300 metros llegaremos a una concavidad o pequeña cubeta bajo la cima del Posets. Desde allí superamos una corta canal  algo empinada que desemboca justo en el collado Jean Arlaud (3.260 m.), donde confluye precisamente el corredor del mismo nombre pero por la vertiente opuesta. Tenemos a la izquierda la Tuqueta Roya y a la derecha el Posets.

   La mayoría subiremos este último tramo con crampones pues hay una capa resbaladiza de nieve un poco suelta y cuesta mucho ganar metros con los esquís. Daniel, en cambio, conseguirá subir sin descalzárselos hasta la misma cima.

   Desde el collado giramos a la derecha y superamos por el filo del cordal las últimas rampas hasta la cima, que parece estar cerca, pero aún costará un buen esfuerzo coronarla.

   En lo más alto nos iremos reagrupando todos y permaneceremos más de una hora mientras hacemos fotos, comemos algo y contemplamos las amplias vistas que se dominan desde la segunda cumbre más alta del Pirineo.

   La gente se va marchando y al final nos quedamos solos con otro montañero. Nos cargamos de nuevo los esquís en la mochila y con los crampones bien ajustados comenzamos a recorrer la arista norte, una incógnita para la mayoría de nosotros. El primer tramo es estrecho y aéreo, con buen patio por ambos lados. Afortunadamente la huella está muy marcada  y eso da seguridad.

   Paso a paso, bien atentos de no tropezar o dar un traspiés, que es de lo que se trata, iremos recorriendo toda la arista, que es más larga de lo que me esperaba.

   Tendremos que bajar hasta un collado que se ve bastante lejano y donde vemos a un grupo de montañeros. En la parte final la cresta pierde altura paulatinamente hasta confluir con el mencionado collado (3.230 m.). Un poco más al norte, los Picos Gemelos y Veteranos parecen incluso pequeños, y eso que son tresmiles.

   Nos espera ahora un magnifico descenso por la impresionante pala de orientación oeste que baja por la Bal des Clots. Amplias laderas con excelente nieve primavera. Se oyen “yujus” de alegría mientras descendemos. A nuestra izquierda contemplaremos durante el descenso el corredor Jean Arlaud, que se muestra como una estrecha acanaladura en medio de los paredones que se desploman de la cresta Espadas-Posets por su vertiente norte.

   Hay que ir atentos durante la bajada y no continuar por el fondo del barranco que desemboca en el río Cinqueta de Añes Cruces unos 300 metros más abajo. Tendremos que quitarnos los esquís y remontar brevemente por una senda a nuestra izquierda para enlazar con el bosque de pinos que desciende hacia la cabaña de Clot o de la Basa (1.885 m.).

  Todavía esquiaremos entre los árboles, haciendo un poco de “esquí al-pino”, en plan jabalinero, hasta llegar muy cerca de la mencionada cabaña. Desde aquí, ya con los esquís definitivamente en la mochila, continuaremos caminando por la senda que baja junto al río Cinqueta hasta el puente de madera por donde cruzábamos ayer al inicio de la excursión, completando así el recorrido circular.

   Sobre las 16:40 llegamos a Viadós. Algo cansados pero felices como perdices. Nos cambiaremos de ropa y montaremos una merienda campestre en toda regla, compartiendo comida y cervezas frescas. Un broche perfecto para un gran fin de semana.

  • Desnivel + acumulado: 2.580 m. (1.340 m. día 1+ 1.240 m. día 2) 
  • Horario total: 14,5 horas (6,5 h. día 1+ 8 h. día 2) 
  • Distancia recorrida: 24,5 Km. (12 km. día 1+ 12,5 km. día 2)



Salimos del Refugio Angel Orús pasadas las ocho


Antes de alcanzar el Ibón de Llardaneta nos elevamos por la pala de la derecha


Alcanzamos una vaguada que nos conduce al vallecito del Forau de la Neu


Bordeamos el Diente de Llardana por el oeste. Ya aparece el Posets al fondo


Recorrido que seguiremos. Parece cerca pero hay que salvar 500 m. de desnivel


El afilado Diente de Llardana, con sus más de tres mil metros, va quedando abajo


Ponemos crampones en el último tramo. Daniel subió con esquís


Rafa llega a la cumbre. Espadas detrás y Macizo de Cotiella a lo lejos


Los ocho en la cumbre del Posets


Iniciamos la arista norte


El primer tramo es estrecho y con buen patio a ambos lados


Victor progresa. Vamos despacito y con precaución


Tendremos que llegar al collado que se distingue a la izquierda (hay varios montañeros)


Perdemos altitud en un tramo fácil pero expuesto


Llegamos al collado. Nos espera un gran descenso


Corredor Jean Arlaud


Rafa hace un alto durante la bajada


Carlos me sacó esta foto con Victor llegando a Viadós



Y colorín colorado, esta excursión ha terminado


Track del recorrido de ambos días




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martes, 14 de mayo de 2013

Posets (3.375 m.), circular con esquís. Primera etapa


Día 1: Viadós - La Forqueta (3.007 m.) - Collado Eriste - Angel Orús


Victor contempla los Picos de Forcau. Recuerdan a los paisajes de Dolomitas

11 de mayo de 2013,

  Primer día de un magnífico fin de semana de esquí de montaña. A propuesta de Daniel Mur realizaremos una travesía circular al Pico Posets, con ascensión incluida a la mencionada cima y al Pico de La Forqueta. El punto de inicio será el Refugio de Viadós (1.720 m.)

   El sábado quedamos los ocho que hemos aceptado “el reto” (Bea, Carlos, Daniel, Rafa, Isidro, Javi, Victor y yo). Falta Nacho el Patillas, que finalmente no ha podido venir a causa de una pequeña lesión. Tras el largo viaje desde Zaragoza, incluyendo la interminable pista de tierra de 10 km. hasta Viadós, serán ya las 11:15 cuando nos pongamos en marcha.

   Caminaremos unos minutos por la senda junto a las bordas (típicas construcciones de uso ganadero en el Pirineo) en busca del puente de madera que permite cruzar el río Cinqueta de Añes Cruces. Desde aquí seguiremos el trazado del GR11 que sube hacia el Collado de Eriste por la margen orográfica derecha del barranco de la Ribereta.

   Hace mucho calor. Se agradece caminar por el bosque durante la primera parte del trayecto. Al salir a terreno abierto todavía tendremos que portear un rato antes de poder calzarnos los esquís, concretamente en la cota 2.230 m.. La nieve está más alta de lo esperado.  A la derecha se ve la presa del Ibón de Millares, y por encima de ella se alzan los Picos de Eriste.

  Aligerados del peso de los esquís en la mochila comenzamos a foquear trazando zetas por una amplia canal encajonada entre las inmensas paredes del Pico Pavots por nuestra izquierda y un cordal de cumbres que se alzan entre el Pico Millares y la Forqueta por nuestra derecha.

   Sobre la cota 2.700 m. alcanzamos un falso collado donde la pendiente se suaviza. No corre nada de viento y no hay nubes, estamos achicharrados. El Collado de Eriste (2.850 m.) todavía está un poco más adelante, pero en lugar de dirigirnos hacia allí nos desviaremos paulatinamente hacia nuestra derecha con la intención de coronar el Pico de la Forqueta (3.007 m.). Con los esquís puestos, y con la pendiente acentuándose en la última parte, alcanzamos un exiguo rellano en el cordal del Pico, a una cota algo por encima de los 2.900.

   Dejamos los esquís y comenzamos a trepar por el filo de la arista. Habrá que ir apoyando las manos y superar algunos bloques de roca para alcanzar sin excesivas dificultades la cima. Son las 15:40 cuando hacemos cumbre. Nos encontramos allí a un par de montañeros que vienen de hacer también uno de los Eristes. Tras veinte minutos haciendo fotos y disfrutando de las vistas comenzamos a descender, siempre con cuidado de no tropezar o tirar alguna piedra a los compañeros.

   Tras calzarnos los esquís comenzamos a descender intentando perder poca altura para llegar al Collado de Eriste, donde nos espera Isidro que no ha subido a la cima. Desde aquí bajaremos esquiando en dirección NE directamente al ibón de Llardaneta, que cruzaremos por encima, aunque en los bordes ya comienza a apreciarse el deshielo y pronto no será aconsejable aventurarse sobre su superficie.

  Continuaremos esquiando por el desagüe del ibón en dirección al Refugio Angel Orús (2.120 m.). Enseguida confluimos con la ruta habitual de ascensión al Posets, donde encontramos numerosas huellas. Iremos rodeando las Agujas de Forcau buscando el mejor trazado que todavía nos permita esquiar, pues a partir de 2.300 m. ya comienza la nieve a escasear y afloran muchas piedras.

   Son las cinco y media pasadas cuando llegamos al Refugio. Tenemos tiempo de sobra para ducharnos, tomar una cerveza y cenar relajadamente antes de irnos a dormir. Mañana nos espera el Posets y la arista norte que la mayoría de nosotros no hemos atravesado nunca y que estamos expectantes por recorrer.


  • Desnivel + acumulado: 2.580 m. (1.340 m. día 1+ 1.240 m. día 2) 
  • Horario total: 14,5 horas (6,5 h. día 1+ 8 h. día 2) 
  • Distancia recorrida: 24,5 Km. (12 km. día 1+ 12,5 km. día 2)


Cruzamos el Cinqueta de Añes Cruces por el puente de madera


Remontamos por el bosque siguiendo el trazado del GR11.2


Llegamos al estrechamiento del barranco de la Ribereta


Continuamos hacia arriba por el GR


Por fin nos quitaremos los esquís, tras 500 metros de desnivel porteando


Desde aquí vemos casi todo el trayecto que nos conducirá a la cima de La Forqueta (oculta)


Ganamos altitud ya con los esquís en los pies


Progresamos bajo un sol de justicia


En lugar de alcanzar el collado de Eriste nos desviamos a nuestra derecha


La pendiente se incrementa cerca del cordal de La Forqueta


Dejamos esquís en este rellano. La Cresta Espadas-Posets al fondo


Progresamos con cuidado de no tirar piedras ni tropezar


Victor y Bea con el Posets a lo lejos


Bea otea desde las alturas


Últimos metros


Cima de la Forqueta (3.007 m.). ¿Por qué subimos montañas?, ¿No se nota en las caras?


Sesión de fotos. El equipo azul


Carlos observa el Ibón de Llardaneta. Se aprecia parte de la ruta de descenso de hoy y la ascensión al Posets que haremos mañana


Vuelta a poner esquís


Disfrutamos de la bajada hacia el Ibón de Llardaneta


Precioso paraje por donde estamos descendiendo


La nieve ya escasea cerca del Refugio


Daniel apura las lenguas de nieve hasta la misma puerta del Refugio


Track del recorrido de ambos días


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